martes, 26 de mayo de 2009

ESE GRAN SIMULACRO.




Cada vez que nos dan clases de
amnesia
como si nunca hubieran existido
los combustibles ojos del alma
o los labios de la pena huérfana
cada vez que nos dan clases de
amnesia y nos conminan a borrar
la ebriedad del sufrimiento,
me convenzo de que mi región
no es la farándula de otros

En mi región hay calvarios de
ausencia
muñones de porvenir / arrabales
de duelo,
pero también candores de
mosqueta
pianos que arrancan lágrimas
cadáveres que miran aún desde
sus huertos,
nostalgias inmóviles en un pozo
de otoño...
sentimientos insoportablemente
actuales,
que se niegan a morir allá en lo
oscuro.

El olvido está lleno de memoria
que a veces no caben las
remembranzas,
y hay que tirar rencores por la
borda,
en el fondo el olvido es un gran
simulacro
nadie sabe ni puede / aunque
quiera / olvidar
un gran simulacro repleto de
fantasmas,
esos romeros que peregrinan por
el olvido
como si fuese el camino de
santiago.

El día o la noche en que el olvido
estalle,
salte en pedazos o crepite /
los recuerdos atroces y de
maravilla,
quebrarán los barrotes de fuego
arrastrarán por fin la verdad por
el mundo...
y esa verdad será que no hay
olvido
.